La ansiada noche llegó.
Nos reunimos, preparamos nuestras tiendas, cenamos…
Estábamos tan emocionados que pudimos hasta felicitar a Cristina por su cumpleaños en su idioma natal, el chino.
En la velada, fabricamos nuestros propios visores de constelaciones, descubrimos las maravillas del cielo nocturno, escuchamos cuentos sobre las estrellas y hasta jugamos al escondite al revés.
Agotados nos dejamos mecer por la oscuridad y los sonidos del bosque y en su arrullo amanecimos de nuevo.
Por la mañana: desayuno, relajación y estiramientos y preparación de nuestro gran concierto de despedida con la fabricación del atrezzo y el ensayo general.
Tras la lectura del manifiesto del Club de los Intrépidos y la entrega de nuestros carnets de Exploradores del Bosque Escuela, mostramos a nuestras familias el fruto de nuestro esfuerzo, trabajo en equipo y creatividad.
Han sido dos semanas muy especiales. Mil gracias por hacerlo posible. Nos vemos pronto.